y yo lo miré algo asombrada
porque aunque siempre pensé
que vivían cerca de mi
nunca ninguno se me presentó.
...y sonrió y me miró
y yo me sentí muy afortunada
mi cara de aburrimiento y tristeza
empezó a cambiar por la emoción
quise preguntarle que hacia aquí,
en mi casa...
pero no tuve tiempo
volvió a sonreír para mi
y me hablo
"soy el duende de la sonrisa
pensé que tu la habías olvidado
veo que no es así
me iré contento"
lo que me contó después
es algo que guardo para mi
pero desde entonces
sonrió muy amenudo.
...y cuando empiezo a estar triste
pienso en él