y yo lo miré algo asombrada
porque aunque siempre pensé
que vivían cerca de mi
nunca ninguno se me presentó.
...y sonrió y me miró
y yo me sentí muy afortunada
mi cara de aburrimiento y tristeza
empezó a cambiar por la emoción
quise preguntarle que hacia aquí,
en mi casa...
pero no tuve tiempo
volvió a sonreír para mi
y me hablo
"soy el duende de la sonrisa
pensé que tu la habías olvidado
veo que no es así
me iré contento"
lo que me contó después
es algo que guardo para mi
pero desde entonces
sonrió muy amenudo.
...y cuando empiezo a estar triste
pienso en él
Es genial tener algo a lo que acudir cuando necesitas recobrar la sonrisa...
ResponderEliminarCamaleona...si quieres te presto mi duende
ResponderEliminarUn beso
que bonito! yo también quiero un duende de la sonrisa en mi ventana!
ResponderEliminarbesitos
La verdad es que hay tantas y tantas cosas por las que sonreir...que muchas veces caemos en la soberbia más desconsiderada cuando no hacemos más que quejarnos, ¿ verdad?
ResponderEliminarEso sí, nos has dejado con la intriga de qué será lo qué ese duendecillo te ha contado....uhmmmm...
Besitos!
...precioso...
ResponderEliminar...me has emocionado...
;)
Vane...quizas lo encuentres en tu tren...
ResponderEliminarUn beso
Chuspi...Es lo que queria decir...hay tanto por lo que sonrreir...no lo olvidemos
Un beso
Alex...
Un beso
Algo tenemos en común Arco Iris porque a mi también me visitó hace tiempo ese duendecillo capaz de ponerme una sonrisa en los momentos menos amables de la vida.
ResponderEliminarPor si se trata del mismo duende le doy un fuerte abrazo para que te lo lleve y te lo de la próxima vez que te visite
yo..........
ResponderEliminarno creo volver a sonreir
como antes lo hacia, mas me alegra
saber que tengas un duende haci
a mi no me a visitado
yo no he vuelto a sonreir.......